El plan de Dios para los jóvenes es que revoluciones el sistema del mundo; por lo que son muy importantes para nosotros, aquí, creemos en ellos, los empoderamos y los apoyamos en sus sueños, dones y talentos, para que conozcan el mundo espiritual al que se enfrentan y con el Poder del Espíritu Santo puedan vencer todo obstáculo y reconocer que están en el mundo pero que no le pertenecen al mundo, que son apartados y escogidos para nuestro Dios, y así puedan alcanzar la vida abundante que tienen en Jesús.